CINE
Definiría este año como el de la explosión del Cine Negro Clásico. Mi género favorito. No porque surgiera, sino por la cantidad de obras maestras o notables dentro del género que se realizaron, en una evidente explosión, algo que hasta entonces había sido más testimonial o de menor nivel (esto último con excepciones, claro). Hablamos del Cine Negro Clásico, el género más completo del cine, junto al western, y contenedor de toda la transgresión que se perdió con el Código Hays, así como de la denuncia social y el realismo que podía faltar en otros géneros. “Perdición”, “Laura”, “Tener y No Tener”, “La Mujer del Cuadro”, “Historia de un Detective”, “El Sospechoso”… Ahí es nada. Un año capital en la historia del cine.
No sé que tienen las terminaciones en 4 en cada década, pero suelen ser los mejores años en no pocas de ellas… O decididamente significativos. México y Argentina viven en estos años su mejor época.
Hay un cierto alivio en las películas puramente bélicas, si bien la 2ª Guerra Mundial está muy presente también este año. Un aspecto curioso es que también hubo bastantes cintas, por ejemplo aquí en España, donde el elemento fantástico estaba muy presente, en comedias o puramente de género. Empezaba a intuirse una necesidad de evasión en una época crítica.
AGUAS TURBIAS, de André De Toth. Hitchcockiana cinta, aunque inferior a las del maestro, con toques de “Rebeca”, de “Luz que Agoniza” e, incluso, “Sospecha”. Destaca Thomas Mitchell, como no, en este aseado y entretenido trabajo.
ALAS Y UNA PLEGARIA, de Henry Hathaway. Siempre eficaz Hathaway, aquí con un bélico de 2ª Guerra Mundial con bastante acción. Un buen ejemplo de género, desde luego.
ALÍ BABÁ Y LOS CUARENTA LADRONES, de Arthur Lubin. Un clásico de las aventuras fantásticas. Una adaptación libre que no llega a grandes cotas, pero es resultona. Exotismo, magia, aventuras… No está mal.
AND NOW TOMORROW, de Irving Pichel. Drama, amor y discapacidad, en este caso auditiva. Alan Ladd, en un papel distinto a los que le hicieron célebre, y Loretta Young componen un buen melodrama.
ARSÉNICO POR COMPASIÓN, de Frank Capra. Es la primera película “para cinéfilos” que vi siendo consciente de ello. Mi entusiasmo por ella procedió del hecho de que me encantó. ¡Una película “para cinéfilos” y la había entendido, me había gustado muchísimo! Era un crío y eso sublimó mi ego, sobre todo porque sabía que la mayoría de los de mi edad no la conocían. Una obra maestra, quizá la mejor muestra de comedia negra de la historia, con una interpretación de antología de Cary Grant, completamente desenfrenado, que da una lección de cómo se actúa de espalda. Nadie ha logrado nada igual, salvo, quizá, él mismo. Capra, una vez más, entregando un título eterno.
BARBA AZUL, de Edgar G. Ulmer. Ulmer, habitual de series B, es un director bastante interesante más allá de la magistral “El Desvío”. Aquí trae un thriller con romántico asesino en serie y un gran trabajo de John Carradine que no es nada desdeñable.
CASANOVA BROWN, de Sam Wood. Simpática comedia de Wood sin pretensión alguna más allá que divertir, en la que, además, podemos disfrutar de Gary Cooper y Teresa Wright.
CITA EN SAN LUIS, de Vincente Minnelli. Minnelli con Judy Garland, grandes canciones y la primera realización a color del cineasta, lo que ya es un aliciente sabiendo lo bien que el director trabajaba con los colores. Un clásico del musical.
CONTRAESPIONAJE, de Lance Comfort, Mutz Greenbaum y Victor Hanbury. Otro thriller de espionaje, este británico, antes del estallido de la 2ª Guerra Mundial. Espionaje minimalista, en un solo escenario, con su toque teatral y claustrofóbico. No es nada del otro mundo, pero tiene su pase.
DESDE QUE TE FUISTE, de John Cromwell. Un drama romántico en la retaguardia de la 2ª Guerra Mundial, que es telón de fondo de muchas cintas estos años, como podéis comprobar. Un reparto de lujo para un buen film sobre amores imposibles y buenos valores. Joseph Cotten, Jennifer Jones, Claudette Colbert, Shirley Temple, Lionel Barrymore…
DEUDAS IMPERDONABLES, de André De Toth. Estructurada en flashbacks, es un buen drama bélico que sigue los progresos de un oficial nazi hasta su detención y condena.
DÍAS DE GLORIA, de Jacques Tourneur. No es gran cosa, pero tiene su fama. Protagonizada por Gregory Peck, es un bélico, con toques romántico, que cuenta los sacrificios de unos soldados rusos ante la invasión nazi en Rusia.
DOMICILIO DESCONOCIDO, de William Cameron Menzies. Un thriller, que también tiene al nazismo en su fondo, que destaca por su deslumbrante dirección y estética expresionista.
EL CIELO OS PERTENECE, de Jean Grémillon. Realismo Poético Francés, que sigue regalando joyas. El matrimonio Dupeyron y su ambición de batir el récord mundial de velocidad femenino de aviación. Un estupendo film.
EL CLAVO, de Rafael Gil. Apreciable intriga dramática de nuestro cine, con ciertas reminiscencias al de Hitchcock, McCarey e, incluso, Capra. Un gran título no muy conocido que servirá para congraciarse con nuestra filmografía.
EL CORAZÓN PÚRPURA, de Lewis Milestone. Un bélico puro de 2ª Guerra Mundial, que, como digo, también los hubo este año. Las represalias y la contestación de los estadounidenses al ataque a Pearl Harbor con Dana Andrews como protagonista. Cinta típica de la época con buena factura y buena propaganda.
EL DESTINO SE DISCULPA, de José Luis Sáenz de Heredia. Encantadora comedia fantástica española que adapta el texto del gran Wenceslao Fernández Flórez.
EL FANTASMA DE CANTERVILLE, de Jules Dassin. Charles Laughton gozándolo en este clásico familiar, adaptación de la genial obra de Oscar Wilde. Con encanto.
EL FANTASMA Y DOÑA JUANITA, de Rafael Gil. Muy apreciable film de Rafael Gil (era la película favorita de cuantas hizo el director), donde mezclamos un poco de comedia, también de drama y otro de fantasía. Adaptación de la novela de José María Pemán.
EL GRAN ESTRUENDO, de Malcolm St. Clair. Aquí traigo la de “El Gordo y El Flaco”, en este caso parodiando el cine de detectives que ya estaba en auge por estas fechas.
EL GRAN MOMENTO, de Preston Sturges. Un biográfico de William Thomas Morton, el que dio con la anestesia dental. ¡Bendito sea! Cinta de Sturges, maestro de la comedia, que aquí se pasa al drama con acierto. Correcta.
EL HALCÓN EN HOLLYWOOD, de Gordon Douglas. Más aventuras de “El Halcón”. Intriga, un poco de comedia y unos asesinatos en un estudio cinematográfico de Hollywood. Típica de detectives en estos años, pero de las corrientitas.
EL MILAGRO DE MORGAN CREEK, de Preston Sturges. Una chica que tras un festivo baile y una borrachera aparece con un anillo, casada y embarazada sin recordar quién es el afortunado… Sturges trasgresor para la época. Sigan la filmografía de Sturges, un grande de la comedia.
EL MINISTERIO DEL MIEDO, de Fritz Lang. Quizá es de lo peor del Maestro, con muchas lagunas de guión, pero está tan maravillosamente dirigida, es tan entretenida, muy en la onda del serial hitchcockiano y del propio Lang, que es imposible no gozarla. Irregular sí, pero adictiva aventura de otro falso culpable.
EL PRÍNCIPE MENDIGO, de William Dieterle. De nuevo Bagdad, de nuevo el toque mágico y fantástico, el exotismo y la aventura romántica, aunque en este caso el título no sea para tirar cohetes…
EL REGRESO DE AQUEL HOMBRE, de Richard Thorpe. Otra de la saga de “El Hombre Delgado”, que elevó a la pareja Myrna Loy-William Powell a los altares, de hecho es de las parejas con más química vistas en pantalla. Siguen los mismos placenteros ingredientes. Comedia e intriga.
EL REGRESO DE LA MUJER PANTERA, de Robert Wise y Gunther von Fritsch. No quería Val Lewton que se la considerara una cinta de terror (quería llamarla de otra forma, “Amy and Her Friend”), pero ya se sabe lo que es esto del marketing… Ojo, la película no está nada mal, bastante infravalorada. Muy apreciable. Secuela de “La Mujer Pantera”, pero una secuela muy especial.
EL SEÑOR SKEFFINGTON, de Vincent Sherman. Interesante director este Sherman. Ya he traído algunas cintas de él, alguna más que notable. Aquí tenemos un magnífico drama de grandes personajes y relaciones que desprenden autenticidad. Desconocida y brillante.
EL SOSPECHOSO, de Robert Siodmak. Me declaro fan de Siodmak y su estética, profundamente expresionista, que me fascina. Aquí tenemos una estupenda muestra de Cine Negro, donde se movía como pocos, protagonizada por Charles Laughton y desgranando muchas de las claves del género. Fatalidad, mujeres fatales, intriga, crimen…
ÉL Y SU ENEMIGA, de Edwin L. Marin. Un agradable Western con intriga, triángulo amoroso y las cositas del oeste con John Wayne de prota y el bueno de Ward Bond acompañando. Nada mal.
ELLA, ÉL Y SUS MILLONES, de Juan de Orduña. Siempre fuimos buenos para la comedia. Esta, además, tiene todo el aroma de los clásicos estadounidenses, la screwball comedy y la alta comedia. No es muy conocida, así que mayor placer cinéfilo.
ENRIQUE V, de Laurence Olivier. Uno de los actores shakesperianos por antonomasia dándolo todo en una de sus clásicas obras. Olivier era muy academicista, algunas de sus películas han sido superadas, pero este Enrique V tiene mucho más vigor que, por ejemplo, su Hamlet. Un referente absoluto de la interpretación y la expansión de la obra del genial bardo.
ENTRE DOS MUNDOS, de Edward A. Blatt. Traigo esta cinta no tanto por su calidad como por su metafórica idea. Y también tiene su calidad, ojo. Intriga, fantasía, aventura… en este remake de una película de 1930.
ERAN CINCO HERMANOS, de Lloyd Bacon. Una película que explica la promulgación de la “Ley Sullivan”, que prohibía que varios miembros de una misma familia se enrolaran en un mismo buque de guerra. Un potente y notable drama bélico.
ÉRASE UNA VEZ, de Alexander Hall. Una comedia con Cary Grant siempre es estimulante. Esta es agradable y con buenas intenciones, positiva y blanca, sin muchas pretensiones. Con una oruga y un niño…
ESCUELA DE SIRENAS, de George Sidney. Seguramente es el musical acuático más exitoso y famoso de la historia. Con Esther Williams, por supuesto. Cita ineludible este año.
ESTIRPE DE DRAGÓN, de Jack Conway y Harold S. Bucquet. Adaptando a Pearl S. Buck, tenemos a Katharine Hepburn, muy achinada ella, en un drama en la 2ª Guerra Mundial con el conflicto entre China y Japón como fondo.
EXTRAÑA CONFESIÓN, de Douglas Sirk. Tiene sus debilidades, su infantilismo, cierta superficialidad obligada, pero es un notable drama que en su imperfección demuestra, una vez más, el talento de un autor con todas las letras, que muestra de forma brillante muchas de las constantes de su trabajo que en el futuro regalará muchas obras maestras. Una cinta con profundidad dramática, buena dirección de honda puesta en escena y personajes complejos y atractivos, en especial el femenino.
FUEGO DE JUVENTUD, de Clarence Brown. Un buen drama familiar con Mickey Rooney y Liz Taylor en los papeles protagonistas. Una historia de caballos de carreras e hípica que satisface. También tenemos a Angela Lansbury.
HACIA ADELANTE, de Carol Reed. Reed, todavía en su etapa británica, con un bélico. Un título de propaganda sobre la preparación de los soldados y su paso al frente tras el estallido de la guerra. Es una producción muy ambiciosa con un reparto espectacular.
HISTORIA DE UN DETECTIVE, de Edward Dmytryk. Otro gran título de Cine Negro. Sin estar, quizá, entre los grandes clásicos del género, es una muestra notable de puro Noir. Una de las primeras adaptaciones a Chandler, concretamente de su “Adiós, muñeca”. Aún faltaba cierta madurez en las adaptaciones con el detective Marlowe como protagonista, algo que llegaría con Bogart, que fijó el estilo de forma definitiva con “El Sueño Eterno”, aunque ya había interpretado en 1941 a Sam Spade, otro detective imprescindible.
INÉS DE CASTRO, de Manuel Augusto García Viñolas y José Leitâo de Barros. Drama histórico y romántico con la alianza de Castilla y Portugal como telón de fondo. Un correcto título.
IVÁN EL TERRIBLE, de Sergei Eisenstein. Visualmente espléndida, técnicamente brillante. Primera parte sobre la figura del zar Iván IV, “El Terrible”. Primer zar de Rusia. Eisenstein, como siempre, una cita obligada para los cinéfilos.
JACK, EL DESTRIPADOR, de John Brahm. El más famoso asesino en serie con una de las múltiples películas sobre su enigmática persona. Adapta la novela de Belloc-Lowndes, la tercera vez que se hacía. Notable visualmente.
LA DAMA DESCONOCIDA, de Robert Siodmak. Un falso culpable y otro Noir de la mano de Siodmak, uno de los grandes impulsores del género en sus inicios. Como siempre, el manejo de la luz y los claroscuros por parte del director son un auténtico deleite. Si os gusta el género, ya saben, a estudiar al bueno de Siodmak.
LA GARRA ESCARLATA, de Roy William Neill. Sherlock Holmes, que se prodigaba mucho en esta época, en un más que aceptable film. Repiten el director Roy William Neill y Basil Rathbone y Nigel Bruce como Holmes y Watson.
LA MÁS BELLA, de Akira Kurosawa. Los inicios de Kurosawa. Aquí con un discreto drama propagandístico de 2ª Guerra Mundial.
LA MÁSCARA DE DIMITRIOS, de Jean Negulesco. Otra película negra, aunque más de intriga que perteneciente al Noir clásico. Su estética sí entronca con el Cine Negro americano y la influencia del expresionismo, lo que es un aliciente añadido. Interesante.
LA MONJA ALFÉREZ, de Emilio Gómez Muriel. Cinta mexicana con muchos ingredientes distintos. Religión, drama, aventuras, romance… Ambientada en el siglo XVII, hay buenos mimbres.
LA MUJER DEL CUADRO, de Fritz Lang. Obra maestra descomunal, una más de Lang. El guión, las interpretaciones, la dirección de otro mundo… Todos los elementos perfectamente medidos y calculados. Esa sensación casi onírica, esa fatalidad irremediable, esa descripción de personajes… definen un clásico imperecedero, otro paradigma y referente del género. El mejor Cine Negro.
LA PALOMA, de Helmut Käutner. Un intenso y brillante melodrama producido por la UFA, la productora de Goebbels y el régimen nazi, donde no escatimaron en nada para, además, dar lustre a la marina alemana.
LA PERLA MALDITA, de Roy William Neill. Otra de Holmes con los mismos responsables. Otra entretenida, y cortita, intriga para los que gozamos con estas propuestas.
LA PRINCESA Y EL PIRATA, de David Butler y Sidney Lanfield. Una alocada comedia protagonizada por Bob Hope sobre aventuras marinas y piratas. Buena opción para conocer a uno de los humoristas más queridos en los Estados Unidos. Y, ojo, que el reparto es bueno…
LA SEÑORA PARKINGTON, de Tay Garnett. Un buen melodrama con destacadas interpretaciones femeninas, especialmente de Greer Garson y de Agnes Moorehead.
LA SÉPTIMA CRUZ, de Fred Zinnemann. Otra cinta sobre el nazismo y, en este caso, los años previos a la 2ª Guerra Mundial. La lucha de unos huidos de un campo de concentración perfectamente retratada por Zinnemann, excepcional director (De aquí a la Eternidad, Solo ante el Peligro), que mezcla drama y toques Noir. Quizá es la primera gran película del director, que debutó en América dos años antes.
LA ZÍNGARA Y LOS MONSTRUOS, de Erie C. Kenton. Todos los monstruos de la universal a una. Drácula, Frankenstein, el Hombre Lobo… Corrientilla, pero con Boris Karloff y Lon Chaney Jr. dejando alto el pabellón.
LA TORRE DE LOS SIETE JOROBADOS, de Edgar Neville. Una joya de nuestro cine. Este año hay varias de ellas. Maravillosa película del gran Edgar Neville, uno de los grandes de nuestro cine. Podríamos definirla como casticismo expresionista madrileño. Ahí queda eso. Extraña, sugerente y tremendamente divertida película que mezcla mitología, fantasía, ciudades subterráneas, venganzas de ultratumba, asociaciones mafiosas, delictivas y asesinas de jorobados, fantasmas, aventura detectivesca… en 80 minutos. Una película insólita y sorprendente para deleite de todo cinéfilo.
LA VIDA MANDA, de David Lean. Uno de los primeros trabajos del gran David Lean, uno de los mejores y más técnicos y obsesivos realizadores de la historia. Adaptando a Noël Coward, algo que al director gustaba mucho, retrata con lúcido acierto la vida cotidiana de una familia británica de clase media a lo largo de varios años y cambios sociales.
LAURA, de Otto Preminger. Obra maestra del Cine Negro. Otro testamento fílmico y referente absoluto del género. De nuevo lo onírico fundiéndose con una trama puramente Noir. Un personaje femenino fascinante, idealizado, icónico, representado por la bellísima Gene Tierney, y unos hombres como locos e hipnotizados a su alrededor. ¡Qué año para el Cine Negro Clásico!
LAS AVENTURAS DE BUFFALO BILL, de William A. Wellman. Biográfico sobre un mito del viejo oeste. Dirige Wellman, que siempre es garantía. En el reparto, Joel McCrea y Maureen O’Hara. No son malos ingredientes.
LAS LLAVES DEL REINO, de John M. Stahl. Stahl se sirve de la figura de un bondadoso misionero inglés para describir la China de los años 30, empobrecida y miserable. Ejemplar film religioso, católico y humanista que le dio a Gregory Peck una merecida nominación al Oscar.
LAS MODELOS, de Charles Vidor. Rita Hayworth y Gene Kelly lideran este simpático y divertido musical. Alegre y vitalista, da todo lo bueno que suelen dar los buenos musicales.
LAS ROCAS BLANCAS DE DOVER, de Clarence Brown. Un melodrama de los de armas tomar… No en balde vamos de la Gran Guerra a la 2ª Guerra Mundial con muchos padecimientos y pérdidas. Una dosis más de propaganda, claro, pero de buena calidad.
LOS INTRUSOS, de Lewis Allen. Una de las cintas pioneras en el tema de la casa encantada y que está entre las películas de terror favoritas de Martin Scorsese. Un film donde se da pábulo a la infidelidad, al adulterio y que reivindica la figura de la amante, verdadera víctima de la función. Aunque irregular, es, sin duda, imprescindible para amantes del fantástico. Una referencia y modelo del género de casa encantada.
LOS TRES CABALLEROS, de Norman Ferguson. Una de animación Disney, que también viene bien. Mucha música y el Pato Donald, entre otros personajes, para divertir, con acierto, a los peques… y no tan peques.
LUZ EN EL ALMA, de Robert Siodmak. Un drama negro del gran Siodmak que adapta a otro grande, William Somerset Maugham. Un film bastante apreciable.
LUZ QUE AGONIZA, de George Cukor. Obra maestra absoluta del cine de suspense y terror psicológico. Supera con creces a cualquier versión anterior para convertirse en modelo del género. Ejemplar de principio a fin, con los dos protagonistas en un sublime estado de forma y un George Cukor que vuelve a demostrar que se movía como quería, con una maestría absoluta, casi por cualquier género, recogiendo los personajes femeninos, especialmente, y elevándolos a cotas inalcanzables. Bergman está perfecta y Boyer elegantemente maquiavélico.
MADEMOISELLE FIFI, de Robert Wise. Metafórica propuesta que adapta dos relatos de Guy de Maupassant en un sentido muy patriótico y con relación a los acontecimientos bélicos de la época. Cortita película que no brilla pero cumple.
MARÍA CANDELARIA (Xochimilco), de Emilio Fernández. Notable melodrama mexicano y rural donde destacan especialmente Dolores del Río y Pedro Armendáriz. Una cinta que tuvo bastante proyección internacional.
MISTERIO EN LA ÓPERA, de George Waggner. Una cinta que es consecuencia del éxito de “El Fantasma de la Ópera” del año anterior. Con Boris Karloff en el papel principal, no es gran cosa, pero entretiene.
NÁUFRAGOS, de Alfred Hitchcock. Gustaba mucho Hitchcock de rodar películas, de vez en cuando, en entornos cerrados y limitados. Esto lo llevó al límite en este film, donde hasta se las apaña para hacer su cameo. Claustrofóbica y de tensión creciente, logra retratar lo peor y lo mejor del alma humana en un bote con varios supervivientes a un naufragio en plena 2ª Guerra Mundial. Cosas y logros sólo al alcance del maestro.
NOCHE EN EL ALMA, de Jacques Tourneur. Un buen título de intriga comandado por el excepcional Tourneur. Uno de los mejores generadores de atmósferas, donde lo neblinoso, lo onírico e irreal se filtra con naturalidad en lo cotidiano. Siempre apetece sumergirse en el universo de este director.
OTRA VEZ JUNTOS, de Charles Vidor. Irene Dunne y Charles Boyer intentando rememorar el éxito de “Tú y Yo”. Comedia y drama coexisten con naturalidad y simpatía, si bien la cinta queda lejos de la obra de McCarey.
PASAJE A MARSELLA, de Michael Curtiz. Un bélico aventurero con Curtiz y Bogart, pareja invencible. Con sus defectos y baches narrativos, es un título más que estimulante ambientado en la 2ª Guerra Mundial.
PERDICIÓN, de Billy Wilder. Obra maestra absoluta del Cine Negro Clásico y, para no pocos, uno de los mejores exponentes. Paradigma de la vertiente con mujer fatal y maquiavélica que trama contra un marido desconsiderado… o no. Guión espléndido, la eficacia de Wilder y las claves del género sublimadas. Sencillamente indispensable.
POR EL VALLE DE LAS SOMBRAS, de Cecil B. DeMille. Completa película de DeMille con un Gary Cooper que hace de médico en la 2ª Guerra Mundial, cuidando de los desdichados soldados heridos por los japoneses. Épica, exotismo, aventuras, drama…
SALVE, HÉROE VICTORIOSO, de Preston Sturges. De nuevo Sturges, que tuvo unos maravillosos años entregando comedias estupendas para la eternidad. Estas son quizá menos conocidas, pero igualmente reseñables e interesantes. Además de divertidas. Un auténtico autor que escribía y dirigía sus películas. Aquí reflexiona sobre dónde radica el heroísmo y la divergencia entre cómo nos vemos y cómo nos ven los demás de una forma entrañable y simpática.
SEMILLA DE ODIO, de John Brahm y André De Toth. Un correcto drama psicológico donde Anne Baxter da rienda suelta a ese espíritu retorcido en rostro angelical que la llevó a la gloria en “Eva al Desnudo”.
SIGUIENDO MI CAMINO, de Leo McCarey. Siete Oscars y diez nominaciones tuvo esta simpática película sobre la labor de un entrañable y divertido cura. McCarey y su excepcional sensibilidad dirigiendo al bueno de Bing Crosby. Encantadora.
SUBLIME SACRIFICIO, de Veit Harlan. Interesante película alemana con triángulo amoroso, conflictos morales, complejidad metafórica y calidad cinematográfica.
SUCEDIÓ MAÑANA, de René Clair. De curioso y atractivo planteamiento, esta comedia de tintes fantásticos en la que un reportero cuenta el extraño suceso que le aconteció al conocer al viejo Benson, encargado de la hemeroteca del periódico, que le hizo entrega de un ejemplar que vaticinaba con un día de antelación las noticias que ocurrirían, es más que apreciable. No alcanza el nivel esperado, pero aún así es una delicia.
TE VOLVERÉ A VER, de William Dieterle y George Cukor. Buen melodrama que no se complica la vida, pero resulta tremendamente eficaz. Joseph Cotten, Ginger Rogers y Shirley Temple son el magnífico trío protagonista. También es navideña…
TENER Y NO TENER, de Howard Hawks. Otra joya indiscutible del Cine Negro Clásico. Y con Bogart y Bacall. Habrán oído, si es un cinéfilo medio al menos, esa frase que reza: “si me necesitas, sólo tienes que silbar”, “o, tal vez, sólo silbar”. Pues bien, es de esta película. De nuevo ambientada en la 2ª Guerra Mundial (como ven se disparan los títulos con el conflicto vigente), tenemos otra obra de referencia que anticipa una aún más sublime, como sería “El Sueño Eterno”, de nuevo con la misma pareja y director, el siempre indispensable Hawks. Aquí se enamoraron Bogart y Bacall… y es que todo es perfecto.
THE CHILDREN ARE WATCHING US (I Bambini ci Guardano), de Vittorio De Sica. Uno de los primeros trabajos de De Sica. Un correcto film con niño, que sufre la separación de sus padres…
THE CONSPIRATORS, de Jean Negulesco. Hombre, los parecidos y la influencia de “Casablanca” en esta película son obvios, pero no está mal la cosa. Un poco de thriller, de intriga, de espionaje y de romance para Hedy Lamarr y Paul Henreid.
THE HALFWAY HOUSE, de Basil Dearden. No se le saca todo el partido a una propuesta de la que me gusta mucho el planteamiento. Con cierto toque fantástico y de intriga, donde se insertan otros géneros, es un producto curioso al menos.
THE MISSING JUROR, de Budd Boetticher. Poco más de una hora para esta cinta de intriga de Boetticher, director del cual cada vez soy más fan. Aquí le da al Cine Negro, como corresponde, y con acierto.
THE WHISTLER, de William Castle. Dura sólo 60 minutos, pero tiene una trama muy interesante. Cine Negro conciso y fresco de serie B con la fatalidad como esencia.
TILL WE MEET AGAIN, de Frank Borzage. Otra espléndida obra del gran Borzage, en este caso un drama bélico, de 2ª Guerra Mundial, con el nazismo y la religión de fondo. Un título poco conocido, pero de los más notables de este año.
TORTURA, de Alf Sjöberg. Drama sueco retratando el sadismo, el odio y la crueldad a través de sus personajes y relaciones. Un film más que interesante y muy poco conocido.
TREINTA SEGUNDOS SOBRE TOKIO, de Mervyn LeRoy. Este es un bélico puro… y para muchos es de los mejores de la época. Protagoniza Spencer Tracy y dirige LeRoy. Poca broma…
UN CORAZÓN EN PELIGRO, de Clifford Odets. Un correcto drama donde podemos disfrutar de las habilidades más dramáticas de Cary Grant, no en balde el magistral actor recibió por esta interpretación una de sus nominaciones al Oscar… Claro, en papel dramático… Le acompaña Ethel Barrymore, que también recibió su nominación…pero para ganarla.
UN CUENTO DE CANTERBURY, de Michael Powel y Emeric Pressburger. Encantador título con comedia, drama e intriga. Muy sabrosa y disfrutona, visualmente excelente con la calidad de sus autores.
UN SUEÑO AMERICANO, de King Vidor. Un canto al sueño americano. Una estupenda historia de superación y progreso protagonizada por el siempre acertado Brian Donlevy y dirigida por el maestro Vidor. La inmigración y sus posibilidades americanas…
WILSON, de Henry King. Biopic sobre Woodrow Wilson, presidente demócrata estadounidense. Fue la película más cara en su época, un título espectacular y ambicioso aunque no trascendió como quería. Un buen trabajo, en cualquier caso.
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