EL EXTRANJERO (2017)

EL EXTRANJERO (2017)

MARTIN CAMPBELL

 

 

3/5

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Una grata sorpresa la que me proporcionó este thriller por varias y no poco abundantes razones. Una historia absorbente, interesante, entretenida incluso en sus convencionales elementos, con estupendas escenas de acción y más que aceptables interpretaciones, destacando un sorprendente Jackie Chan, que más que exhibir físico (aunque luce en algún momento, por supuesto), sobresale en el apartado dramático con una solvencia y sobriedad signa de elogio.

Hay cierto cambio de roles respecto a los que han sido más icónicos en sus dos protagonistas, Chan y Pierce Brosnan, que también está muy entonado. Dos personajes que no son precisamente heroicos héroes y presentan bastantes lados oscuros en su personalidad, si bien Chan sería el “bueno” de la función en su búsqueda de justicia y venganza por la muerte de su hija.

 

 

Chan interpreta a un cuidadoso y amoroso padre que pierde a su hija en un extraño atentado del IRA Auténtico en un banco londinense. Hombre humilde y trabajador, discreto y de clase media.

 

 

En contraste con Chan, Pierce Brosnan interpreta a un poderoso político, viceministro infiel encargado de lidiar con los conflictos nacionalistas a los que el atentado salpica de lleno. Ex miembro del IRA, al que perteneció incluso en su vertiente violenta, ahora defiende el acuerdo de paz. Procura indultos polémicos como gestos de buena voluntad para mantener apaciguados a los suyos…

 

 

Contrastes marcados desde lo social y profesional, así como en lo personal y lo concerniente a valores, como es fácil comprobar en la descripción. Hombre familiar e íntegro (que además respeta a los perritos), tradicional, contra ese hombre adinerado y poderoso, mentiroso e infiel.

Brosnan mataba, Chan perdía.

 

 

También se mostrarán contrastes respecto a sus entornos. La vida cotidiana de Chan (planos de esa típica familia destrozada) en la habitación de su hija fallecida. El desarraigo del oriental se contrapone al cinismo familiar del político. Una familia destrozada, otra que no se toma en serio. Se aferraba a esa hija que le quedaba tras anteriores desgracias, por lo que el suceso termina con su resistencia emocional y equilibrio.

Quemará sus recuerdos como una catarsis y expiación para endurecerse y blindarse emocionalmente para su objetivo. Una desconexión total con lo que para él ya no es vida. Decidido a una única misión. Hombre de andares torpes y tenacidad china. Su determinación está muy bien mostrada.

 

 

La pérdida de su hija destroza la vida de Chan, le lleva a ese desarraigo al quedar sin familia. Su aire abatido, que vimos al inicio (ya había perdido a dos hijas y su mujer), se acentúa, más aún, sin perder cierto aire de determinación, inquisitivo. Brosnan, por el contrario, parece poseerlo todo, aunque no le da verdadera importancia a nada más allá del poder político (priorizará las maquinaciones políticas de su mujer a la infidelidad de esta con su sobrino). Un tipo con dobleces, que parece estar siempre ocultando algo o haciendo un doble juego (como su infidelidad en lo personal). Un extraño viceministro que aboga por la resolución interna, que condena los atentados, que sospecha de sabotaje (el explosivo utilizado es de sus arsenales, por lo que sospecha de topos), pero que está involucrado de manera más o menos directa (aunque no sea responsable) en lo sucedido. Es un trepa, víctima de sus servidumbres pasadas, traicionado por su pasado. Terminará como un pelele británico. Una supuesta célula del IRA actuando por su cuenta con apoyo interno pactado con los británicos…

 

 

No se engañen por el aspecto aparentemente desvalido, depresivo, de Chan en el inicio de la película, ya que con absoluta determinación se planea la justicia y venganza personal. Quan irá pasando de la “oxidación”a una agilidad creciente según vaya calentando en la película y viéndose involucrado en escenas de acción. Lo veremos como un inteligente “Rambo” capaz de hacer trampas y emboscadas en el bosque a un grupo de profesionales. No en balde es un ex agente de las fuerzas especiales, experto en explosivos, involucrado en el Proyecto Gamma…

El puto chino”. “Un chino como de 60 años”.

 

 

De alguna forma, Quan liberará a Liam al hacer pública su relación con la terrorista. Él, por su parte, podría estar tentado de dar por finalizada su vida una vez cumplida su obsesión vengativa, pero por el contrario decide reengancharse a los restos de lo que fue su vida anterior. De esta forma, la venganza funciona de catalizador, acto redentor y catártico que lo salva. Un bello final.

 

 

Además de los elementos típicos de thriller, hay otros dramáticamente muy acertados, poseedores de talento o sensibilidad. Es muy bueno ese encuadre logrado por el periodista que cubre el atentado inicial sobre ese padre interpretado por Jackie Chan abrazado a su hija muerta.

 

 

Resulta bastante interesante el papel de las mujeres en la película, sobre todo el de la mujer de Brosnan, Mary (Orla Brady), tan infiel como su marido, en su caso con su sobrino, subiendo la apuesta, al que manipula contra su marido (es brazo armado, rastreador y solucionador de problemas de aquel). Ella es una especie de lady Macbeth que reprocha a su marido su inacción o falta de determinación, añorando sus tiempos violentos. Es una apologeta de la violencia y manipulará a todo el que pueda.

 

 

Observen esa escena donde el reproche es explícito a su marido, antes de meterse en la cama. Lo hará justo antes de dejar a su esposo a oscuras, en claro símbolo de la distancia que guardan en realidad.

 

 

Otra mujer, la amante de Brosnan, utilizará sus encantos para manipular al periodista que cubre el atentado… Estas lady Macbeths terminarán ejecutadas…

 

 

Observen también cómo está rodada la conversación entre Chan y Brosnan, donde el primero amenaza al segundo en su propia casa. Ambos enfrentados de inicio con los dos en cuadro, que se va haciendo cada vez más corto según se van reduciendo las distancias, recalcando la posición de superioridad de Chan, de pie, ante el sentado Brosnan, rompiendo la distancia y pasando al uso del plano y contraplano que marca también esas alturas, sobre todo cuando Brosnan se dé la vuelta para mirar a Chan.

 

 

 

Las escenas de acción, sobrias y brillantes, están muy bien. La primera es estupenda, con esa pelea, bien coreografiada, donde, como no, destaca ese ágil y crepuscular Jackie Chan. Apostando más por el realismo que por la exhibición virtuosa de malabarismos.

 

 

Otra buena y vigorosa pelea tenemos en el bosque entre Quan y Sean (Rory Fleck-Byrne), el sobrino de Liam. Una lucha que va más allá de lo personal, al ser Sean una marioneta gubernamental. Quan lo liberará cuando comience a tratar temas personales.

 

 

Martin Campbell encuadra y mueve bien a los personajes en las conversaciones, donde además, desde el guión, se desarrollan bien los personajes y se les humaniza con las sucesivas revelaciones: el miedo de Brosnan (vulnerable y entonado en la escena cuando Chan lo amenaza); el arrepentimiento y la final lealtad del sobrino con Liam al confesar su relación con la mujer de éste… Del mismo modo descubriremos que Liam era consciente de los atentados, que se desmadraron del plan inicial (hubo muertos civiles), pero que se protegió negándose a conocer voluntariamente los pormenores y a los responsables.

 

 

Vean también cuando el gobierno británico explica a Liam que lo tienen controlado al saber su relación con la terrorista y sus contactos, cómo la iluminación sobre Brosnan es oscura e intermitente, visualizándose así el final de su poder… Es por ello que Quan, al hacer públicos estos datos, lo libera, en cierto sentido, eliminando un activo al gobierno manipulador.

 

 

Un guión que consigue mantener el interés en todo momento con esa trama terrorista y los conflcitos de personajes: dejar detonar una bomba para descubrir a la célula rebelde (clímax donde se salvará a la gente in extremis); el terrorismo estatal encubierto, las víctimas provocadas por los gobiernos, esos gobiernos que dejan hacer determinadas tropelías por el beneficio que le acarrearán (los británicos son los que finalmente manejan todo el entramado)… Interesante también es el acercamiento de Quan a Liam: primero intentando parlamentar, luego avisando con una bomba, más tarde el acoso, el chantaje, la extorsión… para finalmente usar la violencia, la amenaza… como los manejos del IRA.

 

 

Se utilizará un flashback para mostrar el doloroso momento donde se alejó de sus hijas y esposa, muertas o secuestradas… El origen del dolor de Quan.

Podemos cuestionar que un solo hombre se ría de todo un gobierno, o que no registren o controlen su furgoneta una vez comienza a acercarse o resultar inquietante, pero son cuestiones menores en el conjunto del film.

La parte con el periodista, que tiene poco peso, quizá esté menos trabajada, con alguna escena algo extraña, como la del encuentro en el bar con la terrorista.

Nos moveremos por Londres, Belfast en Irlanda del Norte, Nueva York…

 

 

Un competente y atractivo producto que sorprende por lo poco que suele esperarse de ellos. Un film muy interesante, bien dirigido e interpretado, por encima de la media, que tiene a Chan de productor además.

 

 

sambo

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